Mientras la conmoción por el violento sismo producido en Japón envuelve a todo el planeta, comienzan a surgir nuevas especulaciones sobre sus posibles causas.

Nuestro planeta tiembla en forma permanente y los registros de los sismógrafos nos revelan una sucesión de entre 50 y 60 movimientos por día, en todo el mundo. La mayoría de ellos son percibidos sólo por aquellos aparatos.

Según la opinión de la mayoría de los sismólogos, los terremotos de Haití, Chile y Japón (los más intensos y recientes) forman parte de un fenómeno normal de acuerdo a la tectónica de placas, y además los epicentros fueron localizados en las zonas de riesgo.

Sin embargo, una observación distinta sobre las estadísticas revela que existe una gran diferencia entre el número de sismos producidos durante los períodos de baja actividad solar y aquellos ocurridos en los años de máxima actividad del astro rey.

Este detalle impulsa una nueva teoría acerca de la causa del movimiento de las placas, que podría estar relacionada con las tormentas solares y su influencia sobre el núcleo terrestre formado por hierro.

Al agitarse por efecto de las radiaciones electromagnéticas provenientes del Sol, el magma terrestre provocaría la vibración de las placas tectónicas y su consecuente choque y superposición.

La impresionante explosión solar captada por la sonda "Stereo" de la NASA el pasado 26 de febrero podría dar algún sustento a esta teoría.

De todos modos, no parece fácil que los científicos que la sostienen puedan explicar con la misma contundencia la relación entre otras explosiones solares y el resto de los fenómenos telúricos que han azotado al planeta en los últimos tiempos.

Mientras Japón lamenta sus pérdidas y trata de recuperarse del desastre, debemos ser conscientes de que, cualquiera que fuere la causa, la única solución es protegerse de los efectos.

Fuente: Urgente24
Imagen: Photobucket


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