Avanza la amenaza a la paz mundial
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Tras explotar la imagen impresentable del Gaddafi posrevolucionario y ahora volcar sus ojos sobre Siria –el último de los países que formaron parte del ciclo revolucionario árabe a cabo de la II Guerra Mundial-, Estados Unidos apuesta por resolver por la vía militar sus problemas estructurales y del capitalismo. Los instrumentos: el Consejo de Seguridad de la ONU y la OTAN.
Sin que la intervención militar extranjera todavía haya consolidado sus objetivos reales en Libia y una ''somalización'' o ''Balcanización'' en la era posgaddafi sean una objetiva amenaza para la estabilidad de ese país del norte de África, con sus peligrosas secuelas para esa región, hay algo mucho peor que eso en pleno movimiento: una amenaza creciente a la paz mundial.
Sin que la intervención militar extranjera todavía haya consolidado sus objetivos reales en Libia y una ''somalización'' o ''Balcanización'' en la era posgaddafi sean una objetiva amenaza para la estabilidad de ese país del norte de África, con sus peligrosas secuelas para esa región, hay algo mucho peor que eso en pleno movimiento: una amenaza creciente a la paz mundial.
La afirmación no corresponde a ningún melodramatismo. Nada más un recuento de varios hechos pretendidamente aislados, su respectivo análisis y la identificación de algunos ''vasos comunicantes'' permite concluir que el imperialismo -como fase superior del capitalismo- pretende resolver el carácter multidimensional de su crisis- que es algo más que sus tradicionales crisis cíclicas-, por la vía de un proyecto mundial de recolonización de las regiones del mundo en las que existe un potencial de recursos naturales –renovables y no- que necesita para continuar con su incontrolable sed de reproducción.
Sin temor a equivocarse, hay cada día más elementos para sostener que los países del capitalismo central y sus respectivas burguesías imperiales están en una suerte de retorno –sobre nuevas condiciones- a la fase de la acumulación originaria del capital –llamada actualmente ''acumulación por desposesión'' por el geógrafo inglés David Harvey-. Ese capitalismo que vino al mundo chorreando lodo y sangre, como sostuvo Marx, es el mismo que está dispuesto a provocar aún mas gigantescos baños de sangre para salir de su crisis terminal.
A diferencia de hace cerca de cinco siglos, el imperio cuenta ahora con una cobertura institucional que encubre ante los ojos del mundo sus objetivos reales. Sus instrumentos de ''legitimación'' mundial son el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, que ha colocado en situación de verdadero rehén a la ONU, y la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), cuyo número de miembros asociados ha crecido pocos años después del derrumbe del campo socialista de la Europa del Este.
Las razones para invocar respaldo a los planes de intervención militar o declaratoria unilateral de guerra han sido definidas por la OTAN en noviembre de 2010, en una cumbre en Lisboa: proliferación de misiles balísticos y armas nucleares y de destrucción masiva, el terrorismo, ataques a las vías de comunicación, los ciberataques y la inestabilidad o los conflictos más allá de las fronteras de la OTAN. A lo que habrá que añadir ''la protección de la población civil'' y la violación de los derechos humanos.
Las razones para invocar respaldo a los planes de intervención militar o declaratoria unilateral de guerra han sido definidas por la OTAN en noviembre de 2010, en una cumbre en Lisboa: proliferación de misiles balísticos y armas nucleares y de destrucción masiva, el terrorismo, ataques a las vías de comunicación, los ciberataques y la inestabilidad o los conflictos más allá de las fronteras de la OTAN. A lo que habrá que añadir ''la protección de la población civil'' y la violación de los derechos humanos.
Todas estas razones son las que Estados Unidos y varios países de Europa citan en el Consejo de Seguridad de las NN.UU. –previo paso por el Consejo de Derechos Humanos-, para comprometer a la ONU en sus aventuras militares y para poner en marcha el nuevo concepto estratégico de la OTAN: intervenir en cualquier parte del mundo y por el motivo que sea.
La penúltima razón (protección de la población civil) es la que EE.UU. empleó para pedir la aprobación de una resolución que viabilice los ataques aéreos a Libia y ahora, sin lograr todavía el pleno control de ese país, se añade la última razón (violación de los derechos humanos) para preparar el ambiente político favorable para una agresión a Siria, a cuyo presidente el jefe del imperio –Barak Obama- le ha pedido que renuncie. El paraguas de la arremetida contra Siria será el informe que el Consejo de Derechos Humanos de la ONU presentará a fines de noviembre.
Con la separación de Muammar Al Gaddafi en Libia, solo queda el régimen de Siria como el último de los gobiernos nacionalistas y anti-coloniales que surgieron después de la II Guerra Mundial, que formaron parte activa en la constitución del Movimiento de los No Alienados y que pusieron en marcha medidas económico-sociales de beneficio para la población, aunque también es evidente que muchos de ellos no tardaron en alinearse de nuevo con Estados Unidos y Europa, así como convertirse en regímenes monárquicos.
Pero es evidente que hay otras poderosas causas que empujan a los Estados Unidos y la Unión Europea que la sola venganza por la autonomía que esos gobiernos del Medio Oriente y el Mundo Arabe tomaron respecto del control imperial desde la década de los 60. Como tampoco forman parte de ellas ''los ideales democráticos y de derechos humanos'' que se han utilizado para justificar la aplicación de la estrategia militar de dominación de amplio espectro que en la actualidad amenaza la paz mundial. De lo contrario, EE.UU. tendría más razones para declarar la guerra a Arabia Saudita, Qatar, Marruecos, Kuwait, Jordania y Bahrein, gobernados por monarquías autoritarias y tiránicas que violan los derechos humanos todos los días.
Las causas reales y no aparentes de la contraofensiva imperial en el mundo están asociadas más bien a la necesidad de volcar a su favor dos cosas, que articuladas le dan al imperio la imposibilidad de paliar la profundidad de la crisis estructural y multidimensional del capitalismo.
Por un lado, está el objetivo de apoderarse por la vía de la transnacionalización de los recursos de petróleo, agua y oro. No hay que perder de vista que sacarse de encima a Gaddafi facilita el avance sobre Nigeria, Angola y Argelia, otros tres países que tienen un nivel de producción de petróleo por encima de Libia y tampoco hay que perder de vista que toda la región árabe tiene más del 60 por ciento de las reservas petroleras del planeta.
En segundo lugar, como complemento y quizá paso previo del primero está el control geopolítico de esa parte del mundo. Y es ahí donde entran a jugar en contra de sus intereses los gobiernos de Irán y Siria, y por lo tanto a convertirse en objetivos militares.
Estados Unidos y la Unión Europea observan con muy malos ojos algunas aproximaciones para la construcción del eje Teherán-Damasco-Ankara, cuya concreción no solo daría por terminada la guerra civil musulmana entre chiítas y sunnitas, así como la apertura de una relación con los países laicos, sino que allanaría el restablecimiento de la presencia de Rusia en esa región, luego de más de veinte años de derrumbada la URSS.
La estructuración del eje Irán-Siria-Turquía, a lo que habría que sumar Rusia, es algo que Estados Unidos no está dispuesto a tolerar porque afecta su hegemonía en la región, debilita a su operador político-militar: Israel, fortalece la causa palestina y dificulta a otros socios, como Arabia Saudita, Bahrein, Kuwait y Marruecos por citar a los más importantes.
Entonces no es Gaddafi lo que estaba en juego, ni tampoco lo es el presidente sirio Bashar al Assad. La situación es mucho más compleja de lo que parece. Se trata de una contraofensiva imperial que ha convertido al planeta en el escenario de sus acciones político-militares y a los recursos naturales en el centro de la mirada y la codicia del capital transnacional.
Y bajo la estrategia militar de dominación de amplio espectro, América Latina no está al margen. Para eso la OTAN ya tiene un socio en Colombia –que en 2008 bajo bandera española participó en las acciones militares de la invadida Afganistán-, por lo que no es casual que el presidente Juan Manuel Santos haya anunciado que sería uno de los primeros en reconocer al gobierno del Consejo Nacional Transitorio de Libia, lo que en definitiva implica aplaudir la victoria militar de la OTAN y el apetito insaciable de las transnacionales.
EL ASALTO HUMANITARIO AL PUEBLO LIBIO.
MUERTE, DESTRUCCION, MENTIRAS Y SILENCIO.
A una semana del pasado 21 de agosto cuando la Organización del Atlántico Norte(Otan) anunciara, después de varios días de bombardeos sostenidos sobre Trípoli, que sus ''rebeldes'' habían tomado la capital de Libia, la resistencia continúa y no han podido establecer una sede de gobierno allí, a pesar de lo cuál el Consejo Nacional de Transición(CNT) ya ha sido reconocido por los grandes países.
Como un hecho simbólico de lo que significa la contrainsurgencia informativa, los propios voceros del CNT confirmaron que la supuesta toma de la Plaza Verde el pasado 21 de agosto fue una imagen falsa. Como en el mejor filme de Hollywood esa escena se había filmado en Qatar con una apariencia de la Plaza Verde y con sus ''extras''.
La comparación de varios fotógrafos permitió desnudar la mentira comprada por los medios de comunicación, confesando los voceros del CNT que se había hecho ''por la necesidad de lograr el reconocimiento'' de las potencias. El presidente de Venezuela. Hugo Chávez Fría corroboró la falsedad de esa imagen el pasado 27 de agosto.
Estados Unidos se adelantó unos días, abriendo una embajada del CNT en Washington, antes de que la OTAN terminara su faena, lo que les ha costado un precio alto.
Cuanto más días pasan, más evidente es que se trata de un modelo nuevo de invasión, disfrazado de rebelión popular, o ''guerra civil'' que se diluye a medida que la OTAN avanza y demuestra que la intervención estaba preparada desde hace mucho tiempo por Estados Unidos y sus socios.
Tres días después de la ''toma'' de Trípoli, la oferta del CNT de pagar un millón 600 mil dólares y amnistiar a quien ''mate o entregue vivo'' al líder libio Muammar Gadafi (1) evidencia la inmoralidad de la guerra colonial que libra la OTAN en ese país.
Desde el momento en que el 19 de marzo pasado Francia y Gran Bretaña comenzaron a bombardear Libia, con la OTAN detrás, la ''mano extranjera'' era más que obvia.
No era necesario esperar a que los bombardeos sumaran alrededor de unos ocho mil sobre ese país, de sólo unos seis millones de habitantes y que se reconociera la presencia de mercenarios y ''asesores'' extranjeros, para entender de qué se trata la acción ''humanitaria'' del poder hegemónico en Libia.
El 22 de agosto pasado el sociólogo estadounidense James Petras señalaba desde Nueva York que se debe caracterizar a esta guerra contra Libia y su pueblo ''como uno de los grandes crímenes del nuevo milenio. El hecho de que por 188 días la OTAN : las fuerzas de Francia, Gran Bretaña y Estados Unidos hayan estado arrojando bombas significan 188 días de muerte y destrucción y a partir de esos actos han tomado terreno sus mercenarios''.
Lo que se advierte es que hubo un relato único sobre la ''alegría'' del pueblo libio por la supuesta ''toma'' de Trípoli, que aún no se ha concretado, sin mencionar en ningún momento los feroces bombardeos de la OTAN sobre la capital, que dejaron una secuela de más de tres mil muertos-según la últimas cifras que recogen los informes- y cinco mil heridos, cuya cifra cada día aumenta más.
A lo largo de la guerra colonial, la OTAN afectó todas las infraestructuras además de producir miles de víctimas y abrió el camino para que pudieran entrar sus ''rebeldes'',
''Los rebeldes de la OTAN '' (como titulé en mayo de 2011 tres notas sobre Libia enviadas a la web y publicadas por la Red Nicaragua Socialista) se convirtieron, a ojos vistas, en típicos mercenarios, que allanan casas, pateando puertas al mejor estilo de los ocupantes de Irak, llevando banderas y vinchas monárquicas.
En Noviembre de 2010 el presidente Barack Obama había admitido ante The New York Times, el envío de ''comandos de la CIA '' para asesorar y apoyar una rebelión en Libia.
Uno de los jefes actuales de los ''rebeldes'' es Hifter Jalifa un hombre de la CIA que vivía desde hace años en las afueras de Washington, como lo reveló el 30 de marzo de 2011 Patrick Martin en un artículo publicado por la Red Rebelión (traducción de Loles Oliván,) Sostiene Martin que el CNT ''el grupo con sede en Benghazi que habla en nombre de las fuerzas rebeldes que combaten al régimen, ha nombrado en la dirección de sus operaciones militares a un antiguo colaborador de la CIA. Hifter Jalifa, ex coronel del ejército libio, como reveló McClatchy Newspapers''.
Hifter había llegado a Benghazi el 14 de marzo y cinco días después el tabloide británico Daily Mail, lo describió como una de las ''dos estrellas militares de la revolución'' que llegó para ''prestar a las fuerzas rebeldes cierta coherencia táctica''.
Había figurado en un informe del Washington Post (26 de marzo de 1996) en una rebelión armada contra Gadafi en Libia donde se lo mencionaba con ''una variante ortográfica de su nombre'' como el coronel ''Hafta Jalifa'', relata Martin.
Se trataba de un grupo al estilo de la ''contra'' (que actuó contra Nicaragua sandinista en los años 80) basado en Estados Unidos ''denominado Ejército Nacional Libio''. Jalifa se había Unido en 1987 al Frente de Salvación Nacional Libio ''el principal grupo de oposición a Gadafi, que contaba con el respaldo de la CIA estadounidense''.
Advierte Martin que ninguna de las cadenas de televisión ocupadas en alabar a los ‘luchadores por la libertad’ del este de Libia, se ha molestado en informar que estas fuerzas están al mando de un antiguo colaborador''de la CIA. Considera que la rebelión inicial fue ''secuestrada por el imperialismo''.
Esto fue evidente también cuando algunos de los opositores, como el general Abdel Fath Younis, que aparecía como el jefe de la ''rebelión'' en Bengazhi fue asesinado, el pasado 26 de julio, junto a otros dos militares libios, por los ''rebeldes'' que los habían utilizado para armar el foco de acción en febrero de este año.
El relato único armado para crear un consenso mundial sobre el tema Libia es falsificado y se desmorona.
Resulta burdo que Estados Unidos y los gobiernos europeos se reunieran con el ''gobierno'' del CNT cuando aún no está en la capital y que pidieran la descongelación de los multimillonarios fondos del Estado libio.
Es escandaloso que la ONU estudie como modificar la pasada Resolución 1973 para permitir descongelar los fondos, que manejarán los países participantes en la invasión y en el saqueo de Libia.
El anuncio del ''control de Libia'' significa que la OTAN está dispuesta a no dejar piedra sobre piedra y quedarse en el lugar.
Los medios de incomunicación
Cuando los medios informaron sobre la toma del ''complejo residencial'' de Gadafi se referían al viejo cuartel Bab el Azizia donde el líder libio tenía una carpa similar a las del desierto para recibir a personalidades, periodistas y amigos, hasta que fue bombardeado en 1986.
Se dijo que los ''rebeldes'' tomaron la residencia de Gadafi ''derribando muros'' cuando entraron caminando entre escombros después de más de 60 bombardeos de la OTAN sobre ese lugar.
Bab el Azizia no tenía instalaciones administrativas, ni importancia militar, ni vivía Gadafi. Era un lugar simbólico que recordaba el bombardeo de Estados Unidos en 1986, asesinando entonces a una hija pequeña del gobernante libio y más de un centenar de civiles, entre ellos muchos estudiantes, sorprendidos en los dormitorios universitarios.
Con respecto a los periodistas del Hotel Rixos, los medios informaron que estaban ''retenidos'' por el gobierno libio, cuando ellos mismos se encargaron de denunciar que estaban sitiados por grupos ''rebeldes'', varios de ellos amenazados como el director de la Red Voltaire , Thierri Meyssan, y que oficiales libios facilitaron la llegada de la Cruz Roja para sacarlos del lugar.
En tanto el diario estadounidense The New York Times ratificó el pasado 21 de agosto que aviones norteamericanos no tripulados arremetieron contra fuerzas del líder libio, pese a que su rol y el de la Organización del Atlántico Norte (OTAN) era sólo el de ''resguardar'' a civiles.
Según el rotativo-que citó Telesur- en los últimos días Estados Unidos estableció una vigilancia aérea de 24 horas sobre las zonas controladas por el Gobierno libio, en lo que hasta ahora ha sido la más intensa serie de ataques perpetrados sobre ese país. El periódico informó que en este operativo ''la nación norteamericana empleó aviones no tripulados ‘Predator’ que detectaron. Siguieron y en ocasiones hasta llegaron a disparar contra las fuerzas de Khadafi.
Además mencionó los testimonios de algunos analistas, que opinan que estas agresiones ''tenían como objetivo abrir el camino a los opositores a Gadafi''.
Se reconoce que los mercenarios también recibieron ayuda por potencias como Reino Unido y Francia, que desde el mes de julio desplegaron fuerzas especiales en Libia para entrenar y armar a ''los rebeldes''.
''Aún después de dos mil 600 fallecidos, contabilizados hasta el domingo pasado la Alianza Atlántica no hace un alto al fuego''señala el periódico.
Gadafi había anunciado tempranamente que las potencias imperiales comenzarían una agresión sobre su país basados en ''reportes de prensa'' lo que los medios nunca publicaron, ni escuchó Naciones Unidas. Tampoco fueron investigadas sus denuncias sobre las violaciones de derechos humanos por parte de los llamados ''rebeldes'', con pruebas y evidencias.
A pesar de que el gobierno libio propuso el cese el fuego especificando que no podía ser ''unilateral'', que cumplió en no utilizar aviones de combate y aceptó la presencia de observadores que certificaron que no se comprobaban bombardeos a la población civil , esto fue silenciado.
Se miente sin sutileza alguna. No se dijo-salvo las raras excepciones que existen que Libia aceptó la propuesta de diálogo de la Unión Africana (UA) para poner fin al conflicto. Pero los grupos armados financiados por Estados Unidos y sus socios y la OTAN la rechazaron, como rechazaron todas las ofertas por una solución pacífica.
Tanto Estados Unidos como Francia reconocieron públicamente que enviaron militares a Bengazhi para entrenar a las fuerzas agresoras, incumpliendo la resolución 1973 del Consejo de Seguridad que prohibía el ingreso de personal extranjero por tierra.
También la confiscación de bienes del Estado libio impuesta por Estados Unidos y las potencias europeas fueron usados y desviados para apoyar a los grupos armados, en su mayoría mercenarios, cuya presencia ya reconocen también varios gobiernos.
Se aceptó que estos sin tener territorio ocupado, conformaran el Banco Central de Bengazhi a fines de marzo pasado y que negociaran el petróleo. Este nuevo modelo de intervención marca otra escalada. Ya nadie disimula que fueron por petróleo, agua, gas, oro y para instalar allí al sede del comando Africom de Estados Unidos que controlará África si el mundo no lo detiene. Ni siquiera utilizaron el remanido argumento del ''terrorismo internacional'' con que justifican su expansión fascista de estos tiempos.
Como un hecho simbólico de lo que significa la contrainsurgencia informativa, los propios voceros del CNT confirmaron que la supuesta toma de la Plaza Verde el pasado 21 de agosto fue una imagen falsa. Como en el mejor filme de Hollywood esa escena se había filmado en Qatar con una apariencia de la Plaza Verde y con sus ''extras''.
La comparación de varios fotógrafos permitió desnudar la mentira comprada por los medios de comunicación, confesando los voceros del CNT que se había hecho ''por la necesidad de lograr el reconocimiento'' de las potencias. El presidente de Venezuela. Hugo Chávez Fría corroboró la falsedad de esa imagen el pasado 27 de agosto.
Estados Unidos se adelantó unos días, abriendo una embajada del CNT en Washington, antes de que la OTAN terminara su faena, lo que les ha costado un precio alto.
Cuanto más días pasan, más evidente es que se trata de un modelo nuevo de invasión, disfrazado de rebelión popular, o ''guerra civil'' que se diluye a medida que la OTAN avanza y demuestra que la intervención estaba preparada desde hace mucho tiempo por Estados Unidos y sus socios.
Tres días después de la ''toma'' de Trípoli, la oferta del CNT de pagar un millón 600 mil dólares y amnistiar a quien ''mate o entregue vivo'' al líder libio Muammar Gadafi (1) evidencia la inmoralidad de la guerra colonial que libra la OTAN en ese país.
Desde el momento en que el 19 de marzo pasado Francia y Gran Bretaña comenzaron a bombardear Libia, con la OTAN detrás, la ''mano extranjera'' era más que obvia.
No era necesario esperar a que los bombardeos sumaran alrededor de unos ocho mil sobre ese país, de sólo unos seis millones de habitantes y que se reconociera la presencia de mercenarios y ''asesores'' extranjeros, para entender de qué se trata la acción ''humanitaria'' del poder hegemónico en Libia.
El 22 de agosto pasado el sociólogo estadounidense James Petras señalaba desde Nueva York que se debe caracterizar a esta guerra contra Libia y su pueblo ''como uno de los grandes crímenes del nuevo milenio. El hecho de que por 188 días la OTAN : las fuerzas de Francia, Gran Bretaña y Estados Unidos hayan estado arrojando bombas significan 188 días de muerte y destrucción y a partir de esos actos han tomado terreno sus mercenarios''.
Lo que se advierte es que hubo un relato único sobre la ''alegría'' del pueblo libio por la supuesta ''toma'' de Trípoli, que aún no se ha concretado, sin mencionar en ningún momento los feroces bombardeos de la OTAN sobre la capital, que dejaron una secuela de más de tres mil muertos-según la últimas cifras que recogen los informes- y cinco mil heridos, cuya cifra cada día aumenta más.
A lo largo de la guerra colonial, la OTAN afectó todas las infraestructuras además de producir miles de víctimas y abrió el camino para que pudieran entrar sus ''rebeldes'',
''Los rebeldes de la OTAN '' (como titulé en mayo de 2011 tres notas sobre Libia enviadas a la web y publicadas por la Red Nicaragua Socialista) se convirtieron, a ojos vistas, en típicos mercenarios, que allanan casas, pateando puertas al mejor estilo de los ocupantes de Irak, llevando banderas y vinchas monárquicas.
En Noviembre de 2010 el presidente Barack Obama había admitido ante The New York Times, el envío de ''comandos de la CIA '' para asesorar y apoyar una rebelión en Libia.
Uno de los jefes actuales de los ''rebeldes'' es Hifter Jalifa un hombre de la CIA que vivía desde hace años en las afueras de Washington, como lo reveló el 30 de marzo de 2011 Patrick Martin en un artículo publicado por la Red Rebelión (traducción de Loles Oliván,) Sostiene Martin que el CNT ''el grupo con sede en Benghazi que habla en nombre de las fuerzas rebeldes que combaten al régimen, ha nombrado en la dirección de sus operaciones militares a un antiguo colaborador de la CIA. Hifter Jalifa, ex coronel del ejército libio, como reveló McClatchy Newspapers''.
Hifter había llegado a Benghazi el 14 de marzo y cinco días después el tabloide británico Daily Mail, lo describió como una de las ''dos estrellas militares de la revolución'' que llegó para ''prestar a las fuerzas rebeldes cierta coherencia táctica''.
Había figurado en un informe del Washington Post (26 de marzo de 1996) en una rebelión armada contra Gadafi en Libia donde se lo mencionaba con ''una variante ortográfica de su nombre'' como el coronel ''Hafta Jalifa'', relata Martin.
Se trataba de un grupo al estilo de la ''contra'' (que actuó contra Nicaragua sandinista en los años 80) basado en Estados Unidos ''denominado Ejército Nacional Libio''. Jalifa se había Unido en 1987 al Frente de Salvación Nacional Libio ''el principal grupo de oposición a Gadafi, que contaba con el respaldo de la CIA estadounidense''.
Advierte Martin que ninguna de las cadenas de televisión ocupadas en alabar a los ‘luchadores por la libertad’ del este de Libia, se ha molestado en informar que estas fuerzas están al mando de un antiguo colaborador''de la CIA. Considera que la rebelión inicial fue ''secuestrada por el imperialismo''.
Esto fue evidente también cuando algunos de los opositores, como el general Abdel Fath Younis, que aparecía como el jefe de la ''rebelión'' en Bengazhi fue asesinado, el pasado 26 de julio, junto a otros dos militares libios, por los ''rebeldes'' que los habían utilizado para armar el foco de acción en febrero de este año.
El relato único armado para crear un consenso mundial sobre el tema Libia es falsificado y se desmorona.
Resulta burdo que Estados Unidos y los gobiernos europeos se reunieran con el ''gobierno'' del CNT cuando aún no está en la capital y que pidieran la descongelación de los multimillonarios fondos del Estado libio.
Es escandaloso que la ONU estudie como modificar la pasada Resolución 1973 para permitir descongelar los fondos, que manejarán los países participantes en la invasión y en el saqueo de Libia.
El anuncio del ''control de Libia'' significa que la OTAN está dispuesta a no dejar piedra sobre piedra y quedarse en el lugar.
Los medios de incomunicación
Cuando los medios informaron sobre la toma del ''complejo residencial'' de Gadafi se referían al viejo cuartel Bab el Azizia donde el líder libio tenía una carpa similar a las del desierto para recibir a personalidades, periodistas y amigos, hasta que fue bombardeado en 1986.
Se dijo que los ''rebeldes'' tomaron la residencia de Gadafi ''derribando muros'' cuando entraron caminando entre escombros después de más de 60 bombardeos de la OTAN sobre ese lugar.
Bab el Azizia no tenía instalaciones administrativas, ni importancia militar, ni vivía Gadafi. Era un lugar simbólico que recordaba el bombardeo de Estados Unidos en 1986, asesinando entonces a una hija pequeña del gobernante libio y más de un centenar de civiles, entre ellos muchos estudiantes, sorprendidos en los dormitorios universitarios.
Con respecto a los periodistas del Hotel Rixos, los medios informaron que estaban ''retenidos'' por el gobierno libio, cuando ellos mismos se encargaron de denunciar que estaban sitiados por grupos ''rebeldes'', varios de ellos amenazados como el director de la Red Voltaire , Thierri Meyssan, y que oficiales libios facilitaron la llegada de la Cruz Roja para sacarlos del lugar.
En tanto el diario estadounidense The New York Times ratificó el pasado 21 de agosto que aviones norteamericanos no tripulados arremetieron contra fuerzas del líder libio, pese a que su rol y el de la Organización del Atlántico Norte (OTAN) era sólo el de ''resguardar'' a civiles.
Según el rotativo-que citó Telesur- en los últimos días Estados Unidos estableció una vigilancia aérea de 24 horas sobre las zonas controladas por el Gobierno libio, en lo que hasta ahora ha sido la más intensa serie de ataques perpetrados sobre ese país. El periódico informó que en este operativo ''la nación norteamericana empleó aviones no tripulados ‘Predator’ que detectaron. Siguieron y en ocasiones hasta llegaron a disparar contra las fuerzas de Khadafi.
Además mencionó los testimonios de algunos analistas, que opinan que estas agresiones ''tenían como objetivo abrir el camino a los opositores a Gadafi''.
Se reconoce que los mercenarios también recibieron ayuda por potencias como Reino Unido y Francia, que desde el mes de julio desplegaron fuerzas especiales en Libia para entrenar y armar a ''los rebeldes''.
''Aún después de dos mil 600 fallecidos, contabilizados hasta el domingo pasado la Alianza Atlántica no hace un alto al fuego''señala el periódico.
Gadafi había anunciado tempranamente que las potencias imperiales comenzarían una agresión sobre su país basados en ''reportes de prensa'' lo que los medios nunca publicaron, ni escuchó Naciones Unidas. Tampoco fueron investigadas sus denuncias sobre las violaciones de derechos humanos por parte de los llamados ''rebeldes'', con pruebas y evidencias.
A pesar de que el gobierno libio propuso el cese el fuego especificando que no podía ser ''unilateral'', que cumplió en no utilizar aviones de combate y aceptó la presencia de observadores que certificaron que no se comprobaban bombardeos a la población civil , esto fue silenciado.
Se miente sin sutileza alguna. No se dijo-salvo las raras excepciones que existen que Libia aceptó la propuesta de diálogo de la Unión Africana (UA) para poner fin al conflicto. Pero los grupos armados financiados por Estados Unidos y sus socios y la OTAN la rechazaron, como rechazaron todas las ofertas por una solución pacífica.
Tanto Estados Unidos como Francia reconocieron públicamente que enviaron militares a Bengazhi para entrenar a las fuerzas agresoras, incumpliendo la resolución 1973 del Consejo de Seguridad que prohibía el ingreso de personal extranjero por tierra.
También la confiscación de bienes del Estado libio impuesta por Estados Unidos y las potencias europeas fueron usados y desviados para apoyar a los grupos armados, en su mayoría mercenarios, cuya presencia ya reconocen también varios gobiernos.
Se aceptó que estos sin tener territorio ocupado, conformaran el Banco Central de Bengazhi a fines de marzo pasado y que negociaran el petróleo. Este nuevo modelo de intervención marca otra escalada. Ya nadie disimula que fueron por petróleo, agua, gas, oro y para instalar allí al sede del comando Africom de Estados Unidos que controlará África si el mundo no lo detiene. Ni siquiera utilizaron el remanido argumento del ''terrorismo internacional'' con que justifican su expansión fascista de estos tiempos.
14 Teorías de conspiración que los medios ahora admiten como reales
agosto 31, 2011 por maestroviejo
LAS TRES ARMAS CON LAS QUE CHINA DESBANCARÁ A EE. UU. EN LA ECONOMÍA MUNDIAL
China está a punto de tomar el relevo de EE. UU. como la principal economía del mundo en términos de PIB, flujos comerciales y capacidad de actuar como acreedor. De hecho, el dominio económico de China será mucho mayor y vendrá mucho antes de que la mayoría de los observadores se den cuenta, afirman los expertos.
Los sondeos muestran que los estadounidenses ya perciben aChina como la primera economía mundial pero siguen creyendo que la supremacía en la esfera militar pertenece a EE. UU. Sin embargo, los expertos de la revista 'Foreign Affairs' no están tan seguros de la solidez de la posiciones militares estadounidenses. Se aducen tres razones por las que en el futuro China tomará el liderazgo en todos los ámbitos.
1. Pese a que el gigante asiático acelera, existe la opinión de que la amenaza china obligará a EE. UU. a concentrarse y recobrar el liderazgo, como ocurrió después de la crisis del Sputnik, cuando la URSS lanzó al espacio con éxito el primer satélite artificial y comenzó la carrera espacial. El Sputnik causó miedo y provocó debate político en Estados Unidos. Pero China está llegando gradualmente al predominio y psicológicamente esto no actúa tanto como un lanzamiento de un satélite para forzar a EE. UU. febrilmente a tomar medidas.
2. El volumen del PIB, del comercio exterior y de la deuda son las tres razones principales por las que China va a tomar la delantera. Para el año 2030, Pekín superará a Washington en términos de volumen del PIB y del comercio. En lo que se refiere a la deuda, ahora EE. UU. es un gran deudor del mundo mientras China, por el contrario, es un acreedor neto. Según el índice del impacto total del PIB, del comercio y de la deuda elaborado por 'Foreign Affairs', en 2030 el indicador de China será tan alto como el de EE. UU. en la década de 1970, cuando superaba a todos los países occidentales.
3. La capacidad del Estado para librar una guerra se determina en gran parte por el tamaño de su PIB. Pero si un país exporta una gran cantidad de bienes o presta dinero, puede obligar al enemigo a rendirse sin recurrir a la guerra. Los expertos suponen que, de acumular reservas de divisas de 4 billones de dólares (ahora 3 billones de dólares), durante las próximas crisis, por ejemplo en Oriente Próximo, China logrará imponer su voluntad a EE. UU.
En general, los analistas encuentran solo dos factores que podrían ayudar a EE. UU. frente a China: el nivel de vida, que es bajo en China, y el sistema de libre empresa, ya que las principales innovaciones siguen surgiendo en la primera economía del mundo.
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